Situados al sur del Ebro siempre correspondieron los
Cameros a los berones. Tienen por límite, al sur, la Sierra Cebollera y los
puertos de Piqueras y Oncala; al este, las alturas de Monte Real entre Yanguas
y La Riba; al oeste, la villa de Canales y sierras de Burgos, y al norte, la
gran cuenca de Rioja.
Están compuestos por el Camero Nuevo y
el Camero Viejo, cuya división la forma una cordillera de montañas que,
partiendo de la cumbre de Santa Cruz, va a perderse en los llanos de La Rioja.
Es grande la divergencia de opiniones
acerca del origen de este nombre. Unos dicen que Cameros proviene de “cama”,
porque los primeros habitantes de estas sierras acudían con camas de lana a
recoger a los heridos en el campo de batalla en las luchas sangrientas que
tenían con los que pretendían dominarlos. Otros lo derivan de la nobilísima
familia de los Camilos romanos a la
que los emperadores de Roma dieron este territorio en premio a sus servicios.
El erudito escritor Sr. Gobantes creía que Cameros es una corrupción o
confusión de Gameros, juzgando que
deben llamarse de gamo, por los muchos gamos que se criaban en estos montes.
Finalmente, hay otra opinión que afirma que el nombre lo toma de los Cantabros Beros, que después se llamaron
Camberos y más tarde por síncopa Cameros, fundándose para ello en que por
los años mil de nuestra era se les daba tal denominación en un testamento de la
reina Estefanía conservado en Nájera, y que en varias bulas pontificias figuran
también los nombres de Camero Viejo y Camero Nuevo, el primero desde la villa
de Canales en la sierra de Burgos hasta el Iregua, y el segundo desde este río
hasta el Moncayo.
Lo que es innegable, a pesar de la diversidad de
opiniones, es que los Cameros han llevado este nombre desde tiempos muy
remotos, como puede verse en el fuero que Sancho el Magno diera a Nájera a principios del siglo XI, en las
escrituras de donación del voto de Fernán González y en otros varios documentos
de los siglos XII y XIII de autoridades respetables.
Para hacernos una idea de la gran
importancia que en remotos tiempos tuvo el célebre país de los Cameros basta
fijar la atención en que este fue uno de los estados que el rey de Navarra D.
García concediera a su esposa doña Estefanía, según la escritura de arras
otorgada por aquél el 28 de mayo de 1040, y en lo que dice el padre Rubio en su
Historia de Valvanera afirmando «que en el tiempo en que esta sierra fue de
la corona de Navarra, era tan apreciable que, así como ahora el príncipe
heredero de la corona de España se titula Príncipe de Asturias, el de Navarra
se titulaba Príncipe de los Cameros, y que así perseveró hasta el año 1089 en
que el rey Alfonso VI se posesionó de La Rioja y de esta sierra. Desde los
tiempos de D. Juan de Castilla y su esposa Doña Blanca de Navarra, se tituló
Príncipe de Viana por los años 1420».
El primer señor de los Cameros parece
que fue D. Fortún Uxoiz, emparentado con la casa real de Pamplona. Este
caballero, según se lee en la Historia de
Santo Domingo, fue comisionado por el rey Sancho el Mayor para deslindar
los términos del reino de Pamplona y Nájera con el Condado de Castilla, y por
éste y otros buenos servicios que prestara después, le confirmó sin duda doña
Estefanía, hija política de aquel rey, el título de Señor de los Cameros.
En 1366, D. Enrique II de Castilla dio
dicho señorío a D. Juan Ramírez de Arellano en agradecimiento a no haber
accedido a las persuasiones de los reyes de Navarra, Castilla y Aragón, que le
incitaban a que matara al citado D. Enrique, quien bajo la palabra de seguro
debía acudir a la fortaleza de Sos que estaba bajo el mando y custodia del
referido D. Juan.
Desde esta época, dice Salazar de
Castro, hasta que se abolieron los señoríos, poseyeron el de Cameros la familia
y descendientes de dicho señor Arellano, condes de Aguilar, que después se unió
a la casa de los duques de Abrantes.
Fuente: BUSTO,
Juan Cruz, Glorias riojanas o compendio
geográfico-histórico de la Rioja, Logroño, Imp., Lib. y Encuad. de El
Riojano, 1903.